En está sección encontrará toda la información de nuestro territorio y nuestras redes aliadas, con quienes decididamente unimos esfuerzos para alcanzar nuestros objetivos comunes de defensa del territorio, sus habitantes y/o su cultura tradicional.
“Ésta es nuestra palabra sencilla que busca tocar el
corazón de la gente humilde y simple como nosotros,
pero, también como nosotros, digna y rebelde.”
La Sexta
Hemos aprendido desde nuestros inicios que nadie ni nada está solo, recibiendo el apoyo de múltiples organizaciones y colectivos que nos han aportado múltiples saberes, oportunidades y espacios, tan necesarios para el desarrollo del proyecto. También cuando caminamos el territorio, observando y escuchando las luchas que día a día van construyendo otros mundos posibles.
Las iniciativas y propuestas colectivas han sido igualmente constructivas y han llegado a generar lazos importantes con organizaciones del territorio. Tal es el caso, de los recorridos por humedales y páramos desarrollado en el primer semestre de 2013, donde nos acercamos a la defensa del páramo de Pisba en Tasco (Boyacá), al páramo y laguna de Teusacá y a los humedales de Bogotá, entre los cuales han sido los de Techotyba (Kennedy) en los que enfocamos nuestro trabajo, articulándonos a la Mesa de Humedales de Kennedy.
En el humedal de La Conejera aprendimos el gran trabajo que la gente ha realizado para recuperar un espacio que hasta hace pocos años era utilizado como escombrera por empresas de la construcción y que actualmente, se defiende de ser dividido en dos por la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO). Un espacio biodiverso donde las aves encuentran un reposo en sus largos trayectos de migración.
Pasando por Tasco (Boyacá), nos dimos cuenta lo que la organización comunitaria y solidaria puede lograr para conservar sus territorios con su belleza y continuar recibiendo los beneficios que ello nos trae, como el agua pura y un paisaje maravilloso. Así aprendimos a mirar otras luchas del territorio y conocimos de Piedras (Tolima) y Tauramena (Casanare) donde la Consulta Popular ha sido el instrumento adecuado para evitar la destrucción de la tierra y la contaminación del agua.
Volvimos a los humedales en Bogotá, donde su trágica reducción (de unas 50.000 a 500 Has en 50 años) y el olvido en el que están sumidos nos conmovió nuevamente. Por supuesto, que el olvido de unos es la lucha de otros, y así conocimos a Dora Villalobos y la gente del humedal La Vaca (Techotyba), sus pequeños Guardianes del Agua, recuperado de una situación crítica y a punto de desaparecer hace menos de 10 años.
Muy cerca de allí los humedales El Burro y Techo a duras penas han contado con mejor suerte, a pesar del continuo esfuerzo de la comunidad que los defiende, donde los incansables esfuerzos de la Sra. Alma para evitar que la constucción de vivienda termine de consumir el espejo de agua y su ronda, a dura penas ha tenido sus frutos, pues la ceguera parece ser lo que predomina en las miradas de arriba.
En el Meandro del Say observamos un espectáculo maravilloso, la llegada de cientos y miles de aves migratorias como Patos Canadienses, Carboneto, Garza Azul, Gavilán Bailarín, Sirirí y Tinguas. Además de percibir lo que no ven los ojos, la vida detrás de la vida.
También hemos aprendido de la organización solidaria y la economía solidaria, acercandonos al trabajo desarrollado por organizaciones como CONFIAR, AgroSolidaria y Semillas. Lo cual procuramos aplicar en nuestro colectivo siendo solidarios entre nosotros mismos.
Teusacá es un río que surge en los altos páramos de los cerros orientales, guardianes del agua. Los antiguos habitantes solían correr la tierra en una ceremonia de homenaje agotadora. Ahora, sus descendientes y pobladores se encuentran con un área protegida que no los tiene en cuenta y con dificultad superan las exigencias y presiones de las autoridades que controla y restringen sus actividades posibles.
En el territorio conviven la globalización y la recuperación de la cultura ancestral, con las comunidades indígenas mhuysqa, inga, kichwa, abuelos y abuelas, mamos, y como olvidarse de los pueblos afro, todos ellos mantienen el legado de los mayores y muchos lo(s) ignoran.
Y quienes nos siguen la palabra comprenderán que apenas es un bosquejo, que cada día lo seguimos construyendo y que si no aparecen en estos textos no es por que se nos hallan olvidado, por que aquí no está lo importante, eso no, esta en sus montañas, sus ríos, sus lagunas y sus valles y es indescriptible, tal vez indescifrable.
Sigamos construyendo unidos por nuestras diferencias, por nuestros puntos comunes y por nuestras luchas que bien lo valen. Allí nos veremos donde lo ínfimo aparece desapercibido.
Las tejedoras de mantas
Viene la selva tejida de verdes,
y pasa la bandada tejida de plumas,
y sube el sol tejido de bendiciones,
y baja el río tejido de peces y cantos,
porque nada está solo.
Vienen los cuerpos tibios tejidos de sangre,
viene la noche mansa tejida de caricias,
y se abren las mañanas tejidas de sueños,
y se alza la canción tejida de alabanzas,
porque nadie está solo.
William Ospina – La Serpiente sin ojos 2012